La gran obra “La casa de Bernarda
Alba” del gran Federico García Lorca, me ha encantado y llegado a conmover. No
sé si fue porque ya llevaba una idea antes de la representación que vimos, que
a mí personalmente me emocionó y me legó profundamente el mensaje que esta obra
tiene, simbolizando el valor de la mujer en aquella época de España, pero me
parece una obra muy amena y ligera de leer, que fácilmente se entiende.
Por decir algo malo de la obra,
lo único que me ha disgustado un poco es que no se diera a ver algún encuentro
de Pepe el Romano con Angustias o Adela. Sin embargo, puede ser que, si hubiera
aparecido, quizás no transmitiría lo mismo.
Algo que me gustaría destacar y
que me ha encantado de esta obra, es el valor de la mujer que se quiere dar a
luz.
La mujer está reprimida y presa
bajo un poder que se le considera superior, dejándola a ésta como inferior y
sin capacidad de valerse por sí misma, oprimiendo su libertad de expresión.
Por desgracia en aquella época,
las cosas eran así, llena de desigualdades entre unos y otros.
Por este motivo, el personaje que
me gustaría destacar es Adela. Como muy bien está, ella es la más joven de
todas, le queda mucho por conocer y vivir, y es normal que quiera aprovechar su
juventud y ser libre sin depender de las órdenes de nadie. Por eso apoyo su
rebeldía, contra la imposición de Bernarda de 8 años de luto. Yo creo que no se
puede retener a una persona, quitarle su libertad, sea quien sea o sea como
sea.
También otro de los personajes
que me ha gustado mucho es la abuela, la madre de Bernarda. Es un personaje que
la caracterizan con locura, pero en verdad es la única que muestra cordura y se
enfrenta a Bernarda, expresando lo que siente, exigiendo su libertad, que era
todo lo que los que vivían en la casa pedían, pero no se atrevían-
Ya que yo soy una fanática del
teatro, la interpretación y me encanta actuar, me gustaría que esta obra se
pusiera en algún momento de mi vida por delante para interpretarla, porque ya
digo que me gustó mucho tanto verla representada como leerla, así que ya lo
último que me queda es estar yo en la misma piel de algunos de los personajes y
sentir de verdad quizás la rebeldía de Adela, el poder de Bernarda, la locura
de la abuela, la fuerza y valentía de la Poncia o el amor secreto de Martirio
hacia Pepe el Romano.
La obra creo que es obligada a
ser leída o verse representada una vez en la vida, porque reivindica un tema
muy importante y que quizás siga en nuestra sociedad de una manera u otra y ni
nos demos cuenta.
Qué bonito, Belén. Ojalá esta obra te salga al encuentro... ¡y que yo no me lo pierda!!
ResponderEliminar